Doctrina. Se enfoca en el problema de la convivencia de diferentes comunidades en un mismo territorio que, al emigrar, transportan consigo su cultura y su propio derecho, y la consecuente colisión entre las normas del Estado de acogida y las del inmigrante. Considerando este como un problema a resolver por el derecho internacional privado, la autora acude al método del reconocimiento para darle una posible solución.